
El tablero (rojo) consistía en una especie de bandeja con 4 "hipopótamos" con una palanca negra en el mismísimo culo (así es, qué queréis que os diga...),presionando sobre ella, el hipopótamo estiraba el cuello y tragaba las bolas, que se iban acumulando en nuestra parte de la bandeja. Y por lógica aplastante, ganaba el que más bolas cogía. La táctica era básicamente ser muy rápid@ para atrapar muchas bolas.
Lo que siempre me sorprendió mucho fue la resistencia de las palancas negras y los cuellos extensibles de los hipopótamos....tras años de fiel servicio (lo que incluía cientos de presiones ), jubilamos el juego porque mi hermana y yo nos hicimos mayores, pero no porque dejara de funcionar.
Y ahora que lo pienso...¿dónde iría a parar mi juego? Si no acabó en la basura (las madres tienden a no pedirnos opinión a la hora de deshacerse de las cosas), espero que terminara sus días en manos de otr@s niñ@s proporcionando más horas de diversión....
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