30 de mayo de 2008

PURPLE RAIN


Qué gran álbum, qué temazos...eran los buenos tiempos de Prince, cuando aún tenía nombre artístico y no se andaba con tantas historias de estrella caprichosa. Corría el año 1984 y esta balada supuso un gran hit por entonces. Desde entonces ha sido una de esos temas lentos que siempre triunfarán (algo parecido al "You can leave your hat on" de Joe Cocker pero en otros momentos) y que nunca me cansaré de escuchar. El álbum entero (al que también da nombre la canción) tampoco tiene desperdicio.
De todas las canciones destacar también "When doves cry", de algún modo eclipsada por el exitazo de "Purple Rain" pero igual de atemporal a estas alturas de la película. De hecho, en las listas de Billboard americanas esta última consiguió ser número dos, mientras que "When doves cry" sí llegó al nº 1....


Prince - When Doves Cry


Found at skreemr.com


El vídeo tiene ese sabor añejo ochentero que tanto me gusta. Mención aparte merecen los modelitos de Prince, muy rococó, con esos trajes (y sus inseparables taconazos, no hay que olvidar que Prince es un señor muy bajito...) y esas chorreras que ya desearían haber lucido en la mismísima corte de Luis XV...

Lo más increíble es lo difícil que resulta localizar este vídeo por la red, debido (por lo que se comenta) a un pleito que tiene el cantante con Youtube por temas de Copyright y demás (algo similar a lo que ocurre con el vídeo de "Thrilller" de Miguelito Jackson). La única versión medianamente decente y disponible para insertar en blogs ha sido esta, con subtítulos en español.


17 de mayo de 2008

ATERRIZA COMO PUEDAS





Película indiscutiblemente asociada a los 80. Cuántas charlas amenizadas contando anécdotas de esta divertida y absurda película.  En aquella época, hacía furor el cine de catástrofes: aviones estrellados (Aeropuerto 75), barcos que se hundían (La aventura del Poseidón), hoteles que se achicharraban (El Coloso en llamas), desastres naturales (Terremoto), etc, etc... En ese contexto, era de esperar que si había que hacer una parodia, qué menos que hacerla de un tipo de cine tan de moda en aquellos tiempos... Y creo que lo bordaron. 

A pesar de haber transcurrido veintiocho años (cómo pasa el tiempo), su humor no ha caducado y menos aún, las frases sacadas de sus escenas más inolvidables: "Elegí un mal día para dejar de fumar (o de esnifar pegamento, o de beber, o de tomar pastillas)" expresadas por el personaje encargado de llevar el avión -Lloyd Brigdes- a buen (aero)puerto.

Protagonizada por Robert Hays, Julie Hagerty, Leslie Nielsen, Robert Stack, Lloyd Bridges, Peter Graves, Kareem Abdul-Jabbar y Lorna Patterson. Muchos de estos actores hicieron historia en la comedia, como Leslie Nielsen o Lloyd Bridges.
Si nos ponemos a recordar secuencias podríamos hacer una larga lista....



De principio a fin, "Aterriza como puedas" nos regalaba risas encadenadas escena tras escena. Inolvidable (por mencionar algunas) la secuencia donde se parodia "Oficial y Caballero", con el protagonista Robert Hays, vestido con el blanco uniforme como el que lucía Richar Gere en la película. Y cómo no, la alusión a "Fiebre de Sábado Noche", cuando al quitarse la chaqueta de oficial (que alguien le vuelve a lanzar a la cara, jeje) queda vestido en plan John Travolta, con el traje blanco y la camisa negra, bailando desaforado con Julie Hagerty hasta que la lanza hacia el techo y parece que no cae... O cuando una pasajera entra en estado de histeria y se hace cola para pegarle un poco para que se tranquilice, jajaja... Muy divertida la escena en la que casi se cargan a la niña que viaja en camilla en la cola del avión, con la dichosa guitarra meneando los cables...

Para mí es sin duda una de las mejores películas de la época, nunca pasará de moda. Después de haberla visto tropecientas veces, aún me parto de risa con los diálogos, las escenas, los gags y el tremendo surrealismo que encierra. Muy recomendable para días grises o ataques de nostalgia ochentera.

10 de mayo de 2008

EL BLANDI-BLUB


¿Quién no se acuerda del Blandi-Blub? ¿Ese moco verde (luego evolucionó a otros tonos, rojo, amarillo...) con el que me podía pasar horas enteras jugando y que en realidad no valía para nada? 

Creo que como tod@s l@s de mi generación, adoraba arrancar un cacho y pegármelo en la nariz, para pasearlo (y para disgusto de mis padres) por toda la casa e incluso en la calle, si quería "impresionar" a mis amigos. Era especial, se podía dividir en mil partes, pegarlas de nuevo y amasarlas hasta formar de nuevo la masa viscosa. El olor, metido en mi cerebro hasta el fin de los días era también asquerosillo... y el tacto......puaaaaagggg....era como tocar una rana, siempre fría y mojada.....

Me gustaba extenderlo sobre la mesa de mi cuarto de estudiar (una mesa-camilla redonda con una superficie de aglomerado de madera imitando vetas de mármol...) y con el bote del blandi-blub boca abajo, presionaba hasta cortarlo en mil pedazos en forma de galleta (que por supuesto luego no me comía...aunque sé de alguna compañera del cole que sí lo hizo, además de haberse dado en otra ocasión algún que otro lingotazo de lejía.....que ríete tú de Daniel el Travieso). 


Supongo que el placer básico, a fin de cuentas era tocarlo y tocarlo, cada vez como si fuese la primera, sorprendiéndonos con la viscosidad, la humedad y todas esas "cualidades" que tenía.

Eso sí, al igual que los Gremlims, teníamos que seguir una norma estricta si no queríamos que el juguete se transformara en su hermano malo y feo: cerrarlo her-mé-ti-ca-men-te después de cada uso (especialmente si el uso era antes de acostarte), porque si no hacías eso ocurría lo inevitable: el moco verde se secaba, se convertía en una especie de gelatina dura y maloliente, con infinitas burbujas vacías ya de "vida" y resultaba casi imposible despegarlo de su envase (en condiciones normales, el blandi-blub se deslizaba cual serpiente hasta la mano con solo volcar el bote).

Un recuerdo desde aquí a ese gran compañero de trastadas ochenteras. Tu olor quedará para siempre conmigo...

1 de mayo de 2008

DISCO CHINO FILIPINO



¿Os acordáis del "Super Disco Chino"? Que pasadaaaaa!!! Qué tardes más majas pasé en el patio de mi casa (sin coñas, en mi casa había no uno, sino dos patios, uno delante de casa y otro detrás). Al grano, qué tardes pasé en el patio (de delante) de mi casa intentando hacer que el dichoso plato girara sobre esa especie de aguja de hacer punto de plático rosa chillón y de metro y algo de largo.Para aquellos que no conocéis ni por asomo el artilugio echad un vistazo a la foto y entenderéis mi desazón. La gracia era hacer girar el plato. En su centro había una especie de "hueco" donde se supone que debía acabar el palo para que el equilibrio del plato fuese correcto (y por tanto girase y girase sin descanso). Creo que nunca lo conseguí por la vía correcta. Mis amigas y yo hacíamos escandalosas trampas y poníamos el plato directamente sobre el palo, ya en el hueco de marras y lo hacíamos girar como si fuésemos virtuosas Djs en plena sesión.

La canción fue todo un pelotazo por aquel entonces y me supongo yo, que crearía la publicidad más que suficiente para que tod@s quisiéramos tener un cacharro de esos en casa y hacerlos girar con toda destreza.

En mi caso nunca ocurrió, pero si alguna vez vuelve a ponerse de moda (no me extrañaría nada encontrármelo en un todo a "1 euro" entre los juguetes baratos), me he jurado a mí misma que esta vez no se me escapa. Mientras, para los no iniciad@s, una pequeña muestra de lo que se puede llegar a hacer con un palo y un disco chino.

Han pasado años, pero me sigue sorprendiendo la "coreografía" tan sufrida de Enrique y Ana intentando que su disco no se saliera del palo.