20 de marzo de 2009

ESCAPADAS CAMPESTRES

Hoy hacía bueno (muyyy bueno) y he decidido dar un rule en bici por el "anillo verde" de la ciudad. En esa zona hay muchas áreas donde familias con críos pasan el típico día de campo. Eso me ha hecho recordar mis años mozos, cuando nos juntábamos todos los vecinos del bloque, cogíamos los bártulos y nos plantábamos en el pinar más cercano .

Ahora los veía y pensaba: "¿Cómo es que los críos se pueden entretener un día completo sin otros juegos que los que ofrece el propio campo?". Y entonces echo la vista atrás y me acuerdo cómo para mí unos troncos de árboles, unas matas y unas ramas eran unos juguetes magníficos para escapar de la rutina. Trepar, montar una "cabaña", jugar al escondite o hacernos herramientas con las ramas era un pasatiempo divertido.

Y me he acordado de las madres, que llevando por delante a toda la tropa, les daba tiempo a preparar unas socorridas tortillas, unos filetes empanados y meter en unas bolsas todos los "avíos" necesarios para preparar toda una comilona para catorce. Y comíamos carne a la brasa, preparada con leña cogida del bosque, bebíamos refrescos enfriados con los hielos de la gasolinera más cercana y hacíamos helados metiendo refrescos en bolsas con sal... Y encima, , una vez de vuelta en casa, reventaditos de tanto correr y danzar entre los árboles, las madres eran las encargadas de meternos en la bañera y dejarnos list@s para dormir y volver al cole con las pilas puestas para una nueva semana.

Qué tiempos aquellos...

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