29 de enero de 2009

ESOS CALENTADORES

Ahhhh!! Cuántos recuerdos de sopetón!!! Estaba yo buscando tralarí, tralará, otras cosillas por internet y voy y me encuentro de frente con una foto de la Jane Fonda, ochentera total, enfundada en una malla de aerobic y unos maravillosos calentadores (o calientapiernas, o leggwarmers). Y así, como quien no quiere la cosa, me pongo a acordarme de la época en la que yo misma, siguiendo los cánones de los 80, me los ponía (y no para hacer aerobic...).

Mi abuela Nieves cogió el truco rápido y con restos de lana de otros jerseys que me tricotaba, me hacía calentadores de rayas de vivos colores (aún creo que conservo alguno en el armario de mi habitación). Los calentadores nacieron como complemento de bailarinas y bailarinos, (para aquellos que no les suene, un vistazo a cualquier capítulo de Fama y mano de santo). Pero a parte de Coco, Leroy o Doris, en esta piel de toro fue la mismísima Eva Nasarre la que, en sus clases diarias de "gimnasia de mantenimiento" (lo de aerobic aún sonaba demasiado "yanki") nos sorprendía en cada programa con un modelito nuevo de malla, medias y calentadores (eso sí, el peinado le ha durado décadas). Al otro lado del charco era Jane Fonda la que , pasada la época de Barbarella, decidió enseñarnos a estar en forma y cómo no, a llevar un estilismo impecable aunque fuésemos a sudar a chorros. La estrella, una vez más, los calentadores.

Lo mejor ya de la vorágine calientapiernas, llegó con el ingreso
de tan peculiar prenda en la moda del día a día . Tanto es así, que yo misma llegué a tener un pantalón de pana (amarillo, aaaaaahhh!!!) con unos calentadores de lana COSIDOS (aaahhh!!!) de color verde, (aaahhh!!!).

Para que nos entendamos. Eran una especie de pantalón "pirata", largos h
asta las espinillas más o menos y todo lo demás, hasta los pies, eran unos horrorosos calentadores elásticos, ajustadísimos a las piernas que parecían calcetines. No sé cómo mi madre me hacía ponérmelos o como yo misma me dejaba. Eso sí, gracias a ellos recuerdos muchas anécdotas de los días en que me los ponía...(por llevarlos puestos y pasarlas canutas). En fin, tod@s tenemos un pasado...